la segunda jornada en Bruselas

El caso es que, casi sin darme cuenta, el despertador sonó, de nuevo, a las seis y media de la mañana. Una ducha rápida, sin afeitar y a desayunar en el bufete del hotel. ¡Amo los bufetes de hotel y soy un auténtico desatado en los bufetes de hotel! Si de normal desayuno una taza de achicoria y dos tostadas con aceite, ¿por qué voy a tener que desayunar como si estuviese en casa? pues no, claro que no, el Dani se puso hasta el culo (el lunes retomo la dieta sana, prometido) y se metió entre pecho y espalda lonchas de pavo por doquier, quesos varios, jamón de York, bollería variada, zumos y un té. Y tras este ligero comienzo de día, naturalmente, al baño. Cepillado de dientes, maleta y al metro.

A las ocho de la mañana, por lo menos en la estación en donde cogimos nuestro tren, el metro era un lugar de personas en silencio absoluto y todas mirando al móvil. Un transbordo y para las ocho y cuarto estábamos de nuevo en el Parlamento europeo. Si el día anterior hablamos y debatimos sobre la austeridad impuesta por Europa, en esta ocasión el tema iba a ser el drama humanitario de las y los refugiados en Europa y la responsabilidad política que tenemos para detener este horror. El punto de vista feminista estuvo muy presente en varias de las intervenciones. Muchas veces, por no decir casi siempre o siempre, los y las que formamos parte de esta sociedad capitalista y consumista que es esta Europa al servicio del capital y que nos autodenominamos el mundo occidental (parte de él) no somos conscientes de la situación específica de las mujeres en toda este drama de refugiados y refugiadas. Son, una vez más, la parte más sensible de esta rueda de horror e incluso, desde posiciones de Izquierda, muchas veces, caemos en el paternalismo desde la posición de poder de ese Occidente «civilizado». ¿Por qué siempre pensamos que las mujeres migrantes y refugiadas son incapaces de pensar, organizarse y movilizarse por sí mismas? ¿Por qué somos tan ciegos que solo vemos la presión a la que se ven sometidas las mujeres musulmanas y no nos da por pensar que las mujeres cristianas también tienen presión? La deshumanización de toda situación hace mucho más visible la invisibilidad a la que, desde nuestra propia sociedad, sometemos a la mayor gravedad en la realidad de todas estas mujeres.

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Miren Larrion, concejala de EH Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz, contó una historia que nos dejó a todos y todas con un buen elemento sobre el que pensar. En una reunión de mujeres empezaron a contar lo qué era el machismo para cada una de ellas. Entre todas se encontraban mujeres de muy diferente procedencia, raza, cultura, etc. Una migrante angoleña decidió dar su definición:

Machismo es cuando te atan a un árbol delante de tu padre y te violan entre 8 hombres.

Poco después, Natalia, la compañera de Iruñea ciudad de acogida, denunció duramente la actitud de las instituciones europeas. En la mente de la mayoría de las y los presentes estaba claro que esta situación podrá cambiar el día que la ciudadanía europea así lo decida. Mientras tanto, seguiremos siendo rehenes de las políticas que los intereses económicos y financieros decidan poner en marcha. Mucho me temo que el mayor drama que se está dando es el humanitario, es así, pero este drama humanitario tiene dos vertientes. Una, la de las miles y miles de personas desplazadas a lo largo y ancho de Europa. La otra, la de los millones de europeos y europeas que asistimos impasibles y sin capacidad de reacción ante semejante horror.

Refugees-Europe

La jornada de trabajo terminó, comimos en la ciudad dentro de la ciudad que son los edificios del Parlamento, visitamos el hemiciclo e hicimos la típica compra de chocolate belga. Un último paseo por el centro de la ciudad, unas patatas fritas, una cerveza y un taxi para llegar al aeropuerto. Si a la llegada sorprendía la escasa gente que había en el aeropuerto, para salir hicimos uso de la terminal dispuesta en una carpa que suple la terminal destruida por las mochilas bomba. Controles militares férreos y estrictos que no son si no la imagen de una Europa cada vez más deshumanizada. El avión se retrasó más de hora y media. Los y las miles de refugiadas ven como la solución a la situación que viven se retrasa minuto a minuto. ¿Sine die? En nuestra mano está.

Publicado por Daniel

Ciudadano en alerta de un planeta que estamos aniquilando, en búsqueda permanente, enamorado de la escucha y del inmenso silencio. Todo por escuchar. Lecturas escogidas, siempre.

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