la segunda jornada en Bruselas

El caso es que, casi sin darme cuenta, el despertador sonó, de nuevo, a las seis y media de la mañana. Una ducha rápida, sin afeitar y a desayunar en el bufete del hotel. ¡Amo los bufetes de hotel y soy un auténtico desatado en los bufetes de hotel! Si de normal desayuno una taza …

rebeldías y alternativas ante la austeridad impuesta

A decir verdad, cuando a las cuatro de la mañana sonó el despertador, mi cuerpo no protestó como imaginaba y me levanté sin mayor problema. Y aunque suene un poco freaki, tampoco dejé de lado mi sesión diaria de meditación. Parece ser que le estoy cogiendo gusto al tema. Namaskar 😄. La parte de la …