rebeldías y alternativas ante la austeridad impuesta

A decir verdad, cuando a las cuatro de la mañana sonó el despertador, mi cuerpo no protestó como imaginaba y me levanté sin mayor problema. Y aunque suene un poco freaki, tampoco dejé de lado mi sesión diaria de meditación. Parece ser que le estoy cogiendo gusto al tema. Namaskar 😄.

La parte de la expedición que salió desde Iruñea, con otro compañero de EH Bildu, una compañera de Iruñea ciudad de acogida y otra de Médicos del mundo, llegamos tranquilamente a Gasteiz, que es donde habíamos quedado con el resto del grupo. Allí nos fuimos juntando con Miren Larrion, concejala de Gasteiz, los alcaldes de Laudio y Plentzia, la alcaldesa de Bakio, Olaia Duarte, concejala de Donostia, Jaione Karrikiri, concejala de Orereta, María del Río, juntera de Bizkaia y otros compañeros y compañeras de EH Bildu. Un total de 14 personas. Finalmente el alkate Joseba Asiron no pudo participar en el viaje y es que las restricciones en el aeropuerto de Bruselas y la imposibilidad de encontrar una buena combinación que asegurase su participación en el pleno del Ayuntamiento el jueves, lo hicieron imposible. Su presencia física no pudo ser, pero su intervención se aseguró mediante la tecnología y Skype. En estos tiempos se puede participar en un debate político o de cualquier otro tipo conectándonos a través de Internet. Pas problème.

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Una parada para tomar el café de rigor y para las diez y media de la mañana estábamos en el aeropuerto de Madrid. Recoger las tarjetas de embarque y pasar a la zona de embarque es lo que hicimos después. Hay medidas de seguridad aeroportuarias que son, a mi modo de ver, más un fastidio para quien viaja que una medida de seguridad efectiva, como desgraciadamente, hace poco, hemos podido comprobar. El caso es que al pasar el arco la segurata de repente me dijo que tenía que abrir la maleta y de buenas a primeras me quedé sin crema de afeitar, desodorante, pasta de dientes, cera para el pelo y after shave, porque el mendas lerendas, para nada se acordaba que los frascos de líquidos tienen que ser más pequeños de 100 ml. Casi siempre he facturado la maleta y nunca me había ocurrido. De todo se aprende. Ommmm (necesario en ese momento 😁).

Un Sandwich rápido y embarcamos en el avión de Brussels airlines, pintado de rojo diablo, el color del equipo de fútbol belga. Un vuelo tranquilo, una comida de avión bastante aceptable y a las 14.45 llegábamos a Bruselas. Las consecuencias tras los atentados de hace dos semanas son bastante visibles. La presencia militar y policial en el aeropuerto es enorme y sobre todo llama la atención estar en un aeropuerto de esas características con tan poca gente moviéndose por él y con ese mínimo movimiento. Salimos y en grupos de cuatro cogimos taxis para llegar a la sede del Parlamento europeo, en la plaza de Luxemburgo. Allí nos esperaban los compañeros que trabajan en la delegación del eurodiputado de EH Bildu, Josu Juaristi, que han hecho de anfitriones y nos han acompañado en todo momento. Nuevamente medidas de seguridad estrictas para acceder al edificio y tras ello entramos en un pequeño hemiciclo, como para unas 100 personas, en donde el grupo de izquierda del parlamento europeo, GUE/NGL, había preparado estas jornadas para tratar, el primer día, la imposición de las medidas de austeridad que afectan directamente a las políticas municipales y por otro lado, para debatir el papel de los ayuntamientos en la crisis humanitaria y política con la situación de las personas refugiadas en Europa.

La tarde, a pesar del cansancio por el viaje, fue bastante fructífera y se escucharon cosas bastante interesantes, todas en torno a la necesidad de dar respuesta a las medidas de austeridad que nos imponen desde Bruselas y desde Madrid. A pesar de los problemas que constantemente hubo con la conexión de Skype, con Iruñea no hubo tal y tuvimos la oportunidad de seguir la intervención del alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, hablando sobre este tema. Su discurso estuvo basado en las siguientes ideas:

  • La austeridad, en principio, no tiene que ser un valor negativo, teniendo en cuenta que venimos de una época de despilfarro desde las instituciones, en el caso de Iruñea, muy patente con UPN, que hizo del ayuntamiento su cortijo particular. Desgraciadamente esto no es así, ya que lo único que quieren es que la ciudadanía, las y los trabajadores europeos, paguemos estos excesos y pésima gestión.
  • Esto ha tenido una respuesta de cambio, sobre todo a nivel de Municipalismo. Pero también es verdad que las instituciones locales tienen el yugo de las medidas impuestas desde Europa y el Estado español. Para poder abordar con garantías toda esta situación es necesario lograr más competencias para los ayuntamientos en relación a las políticas que afectan más directamente en la ciudadanía.
  • Fortalecimiento del sistema público y afrontar la situación de emergencia social que se ha producido tras años de recortes impuestos.
  • Mejora de la contratación pública.
  • Progresividad fiscal.
  • Todo esto se puede resumir en una coordinación para ejercer medidas rebeldes contra ese modelo de Europa que nos imponen día a día mediante una Red de ciudades rebeldes y, desde luego, fortalecer y activar los movimientos sociales que son, al fin y al cabo, el motor y quienes deben llevar el liderazgo en este cambio necesario al que, desde la izquierda, debemos afrontar con absoluta urgencia.

Un café y un debate cerraron la jornada de trabajo. Luego tuvimos un encuentro entre los participantes, en un bar africano, que nos ofreció una ( incluso un par 😉) cerveza y unos pintxos de patata, plátano y alitas de pollo con salsa de tomate especiada. A gusto. De allí nos dirigimos al hotel, pequeño, limpio, correcto y sobre todo muy céntrico, con lo cual, aprovechamos para conocer el centro de Bruselas. La Grand Place, con su historia de desaparición casi total en el siglo XIX, con la belleza de sus edificios, la torre de su ayuntamiento, la puerta increíblemente descentrada de esa torre, el Manneken-pis y finalmente, cómo no, una cerveza belga en un bar que era un antiguo teatro de marionetas, antiguo, precioso, de madera y… Con un enorme gato, que el pobre, lo reconozco, no había hecho nada para que mi irracional y profundo miedo al elegante animal saliese irremediablemente. Afortunadamente no era el único con este miedo y otro compañero se unió, para regocijo del resto, en la tensión, los sobresaltos y los gestos provocados por cualquiera de lo movimientos que el gato belga hizo durante la media hora que estuvimos en el local. Desgraciadamente esto condicionó totalmente la estupenda cerveza negra belga que me la tuve que beber a grandes tragos y vigilando los movimientos gatunos. 😓.

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El caso es que este mal trago tuvimos que remediarlo y nos metimos en un bar que ofrece 100 cervezas diferentes y que tenía 30 cañeros de cervezas diferentes. No pudimos probar todas ellas, pero por lo menos degústanos unas pocas. Me gusta eso de que cada cerveza tenga su propia copa, todas diferentes y cada una de ellas apropiada para el tipo de cerveza que se bebe en ellas. A lo tonto y con evidente cansancio, decidimos retirarnos pasadas las doce y media de la noche y descansar en lo posible para afrontar la jornada del día siguiente.

Publicado por Daniel

Ciudadano en alerta de un planeta que estamos aniquilando, en búsqueda permanente, enamorado de la escucha y del inmenso silencio. Todo por escuchar. Lecturas escogidas, siempre.

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