Como estoy convencido de que todas las cosas tienen su parte buena, en este caso, lo bueno de cumplir años en medio de un proceso griposo es que puedes estar más atento con la gente que te felicita. Es lo que he intentado hacer durante todo el día, contestar a los mensajes, whatsapps, redes sociales y llamadas de teléfono de amigas y amigos que me llamaban felicitando. Muchas gracias, de verdad!
El simple hecho de que alguien, aunque el cumpleaños se lo haya chivado el Facebook, dedique unos segundos a felicitarte y pensar en ti es algo maravilloso del que muy pocas veces somos conscientes. Vivimos en un mundo interrelacionado en el que las personas muy pocas veces somos la parte importante. Billones de mails, tuits, entradas en Facebook, blogs, etc, día a día y seguimos sin darnos cuenta que detrás de cada uno de esos clicks para enviar al ciberespacio esos mensajes han sido producidos por la mano de una persona. Las redes sociales tienen la virtualidad de poder relacionarnos entre personas que, igual, de otra manera no podríamos hacerlo o hubiese sido más difícil. Por eso, si las utilizamos, si las tenemos, debemos ser conscientes que al otro lado, SIEMPRE, SIEMPRE, hay personas. Si perdemos esta visión, no vale para nada. De la misma manera que si creemos que las relaciones humanas consisten en mandarnos mensajes estamos totalmente perdidos. ¿Si no somos capaces de saludarnos en las escaleras de casa, por qué le damos con tanta facilidad al «me gusta» en una red social? Porque seguramente sea una interrelación falsa. La cuestión no es tener más y más seguidores en una u otra red social, si no que a los que tengas, a los que sigas, puedas atenderles como se merecen. Como personas. Ese es el secreto de las redes sociales, que están hechas para y por personas. De otra manera, según mi opinión, no sirven para nada.
Seguramente si hoy no hubiese estado de baja en casa, posiblemente hubiese tenido que recurrir a un gracias genérico en Facebook. No está mal tampoco. La suerte ha querido que haya cumplido 43 años griposo y con tiempo y capacidad de agradecer todas las felicitaciones. Por eso, a todas esas personas que lo habéis hecho y a las que lo vayan a hacer, gracias de todo corazón.
Eskerrik asko biotz biotzetik! ¡Nos vemos por las calles! Muxu bat!