Las caras de los miembros de UPN, o de Navarra+, que me da igual, de la Asamblea de la Mancomunidad de Iruñerria al conocer el resultado de la votación que daba la presidencia de la misma al alcalde del Valle de Ollo, David Campión, eran, desde luego un poema. Cuando pierdes una votación en el último momento, salvo en la ceremonia de entrega de los Oscars, el jeto que se te queda no suele ser el mejor, por muchos intentos de disimulo que se hagan, y en el caso de una personas que de verdad se creen con derecho y gracia divinas para gobernar instituciones que de inmediato convierten en sus cortijos, estas caras suelen ser impresionantes. Pero, más allá de caras tristes, esta noticia fue un nuevo impulso para quienes creemos que la política tiene que ser un instrumento por el que el pueblo gestiona sus recursos y necesidades para el bien común. Y en cuanto a los recursos que se gestionan desde la Mancomunidad, este impulso es vital, porque hubiésemos pasado de una política de servicio a las personas, siguiendo directrices medioambientales europeas en cuanto a movilidad, transporte colectivo, residuos y energía, a un nuevo episodio en el que el protagonismo lo hubiesen adquirido, otra vez, los grandes consorcios, el coche particular y los tejemanejes con intereses particulares. Así que la decisión de la Asamblea no es, ni mucho menos, moco de pavo.
Quiero mostrar mi particular hartazgo, compartido con otras muchas personas, con ese PSN de Iruñea y su portavoz, que con su acción política lo único que busca es excluir sistemática y regularmente a un sector político de nuestra sociedad, EH Bildu, la fuerza más fuerte en el ámbito municipalista. Su portavoz, la sra. Esporrín, comparte ese objetivo con otro más o menos velado, según el momento, que es favorecer sin discusión a UPN, o la coalición que tenga en ese momento, frente a una mínima posibilidad de que el sector progresista salga fortalecido si esto significa que EH Bildu es reconocido como fuerza indispensable para que esto ocurra.
Frente a ese sector de los malos humos que representa UPN, y frente a la exclusión que en estos momentos representa el PSN de Esporrín, las fuerzas políticas y los independientes progresistas de la Asamblea, llegaron a un acuerdo para que el candidato de EH Bildu, Aritz Ayesa, retirara su candidatura en favor de otro candidato de los independientes. Solo este movimiento, de una dignidad y una altura de miras como en los últimos tiempos no se ven en el ámbito político, obligaron al PSN a moverse y hacer mover al propio PSN de Iruñea.
Aritz es uno de esos compañeros de proyecto que me animan a seguir formando parte del mismo. Y es que, aunque lo más importante es el propio proyecto político, si este proyecto no tiene personas capaces para llevarlo adelante y compartirlo en la sociedad, no sirve de nada. Y cuando hablo de personas capaces no me refiero a profesionales, o técnicos cualificados. Esos hacen falta, pero mucha más falta hacen las personas que creen en las personas, las que viven y sienten el proyecto en los barrios y pueblos, las que dan prioridad a la relación entre personas, al bienestar de las personas, las que siguen creyendo que la Utopía es posible, las que creen que la autocrítica es un deber político, por mucho que duela, las que entienden que las hormiguitas, además de hacer ese trabajo que no hacen otros, también pueden representar a todo el hormiguero, e incluso a otros hormigueros. Y Aritz es eso, una hormiguita muy capaz, profesional, ha sido un representante de lujo, pero sobre todo compañero, amigo y persona. Y ya que estamos, aprovecho para destacar y hacer público reconocimiento a otra hormiguita del mismo pueblo que Aritz, Antsoain, como es Jon Garay, cuya categoría personal ha sido y es un tesoro en EH Bildu.
“Los independientes hemos decidido dar un paso adelante para apoyar la trayectoria que ha tenido la Mancomunidad durante los últimos cuatro años”, dijo el nuevo presidente. Esa trayectoria hubiese sido imposible sin Aritz, sin Jon y sin tantos compañeros y compañeras de EH Bildu, verdaderas hormiguitas de una categoría extraordinaria, que han trabajado y trabajan sin descanso por una sociedad mejor.
Eskerrik asko, kide maitiak.
Estoy totalmente de acuerdo con este escrito, Dani, un besazo Aritz, zorionak por tu trabajo, por ser como eres, por ser tu mismo, muxuak
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Sabias soluciones en los momentos criticos. Una agradable solucion para 4 años de futuro.
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