Después, ladeando las alas, se deslizó de costado unos cuantos metros, aleteó una vez más y comenzó a cernirse sobre lo que quiera que fuera de nuevo.
Kes es una obra de Barry Hines, hasta ahora inédita en castellano, publicada por Impedimenta, que es conocida porque fue llevada a la gran pantalla por Ken Loach, el director de cine social, autor de películas maravillosas como Tierra y Libertad, Agenda oculta o una de mis favoritas, El viento que agita la cebada, ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 2006.
Esta novela fue la segunda de su autor, y su título original no era Kes, como la película del director independiente, sino A Kestrel for a Knave, algo así como Un cernícalo para un pilluelo. El pilluelo al que hace referencia el título original es Billy Casper, un chaval de los suburbios de una ciudad media inglesa, que vive con su madre separada y con su hermano mayor, minero, borracho y violento. La historia se desarrolla en la gris Inglaterra previa al Tatcherismo, cuando todavía las minas estaban abiertas y los obreros llevaban un mísero jornal semanal a su casa. Una historia en esa profunda Inglaterra, en la que el fracaso escolar era pan de cada día en las escuelas públicas, con las casas de apuestas como parte de esa cotidianidad, el alcoholismo presente en casi todas las familias como vía de escape del duro trabajo y el rigor y castigo pilar de la educación inglesa.
Y en medio de este marco oscuro, Billy Casper, un pre-chav (imprescindible leer a Owen Jones), en el límite de la delincuencia, inmerso en su mundo imaginario, se lleva de su nido a un polluelo de halcón y con la ayuda de un libro de cetrería lo adiestra y enseña. Esta rapaz es para Billy, que es por otro lado uno de los personajes con más fuerza que he leído, un ejemplo de fuerza silenciosa, el elemento de donde extrae la confianza, el amor y la pasión que no encuentra en su entorno. Una luz que en su lluviosa sociedad es vital para seguir adelante. Los pasajes en donde describe su entrenamiento con el halcón son impresionantes.
Una novela para quienes echan en falta una relación sin aditivos con la naturaleza, para quienes piensan que no pueden hacer algo, para quienes están faltos de fuerza y para quienes opinan que lo diferente es un valor y una riqueza.
Dejar un comentario