De nuevo, una vez más, decido sentarme, coger el cojín, ese zafu abandonado hace algunos meses, y sentarme sobre él. Cruzo las piernas, las rodillas se quejan por la posición, les falta práctica, pongo derecha la espalda, apoyo mi mano izquierda sobre la derecha, con las palmas hacia arriba, inclino la barbilla hacia mi pecho, cierro los ojos y comienzo con unas respiraciones profundas para ir dejando que la respiración normal vaya haciéndose cargo del momento. ¡Ya está! Inspiro y espiro. En menos de un minuto mi cabeza ya se ha ido con unos cuantos pensamientos. Vuelvo. Se me va. Sonrío y vuelvo otra vez. Poco a poco. Y con eso me basta por hoy, para volver a la costumbre. Cuando termino la sentada, agradezco el momento y me doy cuenta que, simplemente con esos pocos más de diez minutos sentado y respirando, la serenidad asoma por la puerta de mi habitación. Mañana más.
de nuevo, sentado
Publicado por Daniel
Ciudadano en alerta de un planeta que estamos aniquilando, en búsqueda permanente, enamorado de la escucha y del inmenso silencio. Todo por escuchar. Lecturas escogidas, siempre. Ver más entradas