confianza absoluta

He intentado no mirar demasiado al calendario últimamente. Observar el paso de las hojas del tiempo me produce más ansiedad que otra cosa. No porque no asuma ese transcurrir natural, ni me produzca mayor revuelo sentir en persona que el tiempo avanza, que uno se va haciendo mayor y que nos queda todavía mucho por hacer. No es eso. Personalmente intento vivir lo mejor que puedo el momento presente, las tareas que, con mayor o menor dificultad, vamos sacando adelante. Intento no pararme mucho en esa reflexión temporal porque es en ese momento cuando soy totalmente consciente de las cosas que han ocurrido en estos últimos años.

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Hoy, leyendo en Gara una crónica sobre el tiempo transcurrido mientras Arnaldo ha estado prisionero, no he tenido más remedio que pararme a pensar en ello. Reconozco que no es la primera vez que lo hago en estos más de seis años en los que el militante de Elgoibar ha estado entre muros carcelarios, lejos de Euskal Herria, como cientos de militantes vascos a lo largo de décadas de dispersión. En estos seis años he visto salir a unos cuantos amigos de la cárcel. Pero era siempre una salida por sorpresa, casi sin anunciar y cuando Oier, Amaia, Eneko, Alberto, Maider, Egoi o Garazi, entre otros, salían de la prisión, no me quedaba otra que echar marcha atrás en los recuerdos y asumir el tiempo pasado y lo ocurrido en ese espacio temporal. Cuando un preso y presa sale de la prisión constatamos que ese tiempo ha transcurrido sin su presencia física en la calle, que las cosas han cambiado, algunas de manera imperceptible para quienes hemos seguido la vida en nuestros pueblos, barrios y ciudades. Pero siempre, otra de las constataciones ha sido la de que esa persona presa ha estado, de una u otra manera, totalmente ligada al camino que en su barrio, pueblo o ciudad se iba haciendo. Ese es el gran fracaso de la política penitenciaria basada en la dispersión. Nunca, jamás, un preso o una presa ha salido sin tener idea de en qué momento social y político nos encontrábamos en Euskal Herria. Es más, muchas de esos y esas militantes encarceladas han salido con una perspectiva necesaria en el debate que como Pueblo llevamos a cabo y que solo la distancia obligada de los muros del presidio pueden ofrecer.

El martes sale Arnaldo, tras más de seis años encarcelado y alejado de su tierra, que no de su Pueblo. Y es inevitable echar la vista atrás para darte cuenta de los cambios que hemos tenido en nuestras vidas y en nuestro Pueblo. Cuando encarcelaron a Arnaldo la Izquierda Abertzale se encontraba ilegalizada, en Iruñea a los concejales independentistas, Mariné Pueyo y Mikel Gastesi, la alcaldesa Barcina les había quitado hasta el despacho y realizaban sus labores municipales para las que fueron elegidos en una mesa de la sala de fotocopias de los grupos municipales. Los olentzeros eran perseguidos con saña por el Régimen del cortijo, con Santamaría a la cabeza, como cabeza visible de una obsesiva política anti-ciudadana. El euskera en Iruñea resistía y se defendía, a duras penas, de los ataques que venían del propio ayuntamiento, un ayuntamiento que tenía las puertas cerradas a cal y canto a todo aquél que no comulgase con los principios del Régimen. En la todavía existente CAN, los sobre sueldos se repartían a mansalva y los viajes en helicóptero por París eran algo normal. Iruñea era una ciudad gobernada por los señores y señoras grises y tristes, con un movimiento  ciudadano diverso y comprometido que seguía debatiendo, trabajando y construyendo, a pesar de los pesares.

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El martes, cuando Arnaldo salga a la calle, los cambios serán más que visibles. Y en medio de esa celebración tendremos que celebrar también que la vida a transcurrido, que el avance ha sido constante y que seguimos construyendo y debatiendo. Los concejales soberanistas, de EH Bildu, forman parte de un gobierno municipal junto con otros tres grupos políticos, y el Alcalde de Iruñea es Joseba Asiron, de EH Bildu. Mariné sigue debatiendo y aportando desde su experiencia militante y Mikel es alcalde de su pueblo. La fotocopiadora sigue funcionando, pero todos los grupos tienen su despacho. UPN, por ejemplo, ocupa el suyo y el que anteriormente ocupaba Aralar. En este ayuntamiento todos los grupos tienen facilidades para trabajar y sobre todo información de primera mano. Ese ha sido un gran avance. El ayuntamiento trabaja codo con codo para facilitar cualquier actividad cultural y social en los barrios y este año el Olentzero de Iruñea fue recibido por el propio Alcalde y corporación. Incluso un pleno tuvo un receso para que la corporación bajase a recibir a los coros de Santa Ageda. Se van a abrir dos nuevas escuelas infantiles en euskera, asumiendo la histórica reivindicación y los grupos de Euskalgintza siguen avanzando, colaborando con el propio ayuntamiento. Hoy en día el ayuntamiento mantiene sus puertas abiertas de par en par a todo aquél que quiera hablar, preguntar y hacer su aportación. Incluso las comisiones se han abierto para que los colectivos y ciudadanía puedan exponer cualquier caso ante los miembros de la corporación. Da lo mismo cuál sea el tema y si están de acuerdo con el cambio o no. La CAN se la cargaron hace tiempo, los sobre sueldo fueron conocidos por la opinión pública y aunque no hubo siquiera juicio por aquello, la ciudadanía les condenó irremediablemente por su falta de ética. Los cambios en este tiempo no siempre han ido a mejor. Uno de aquellos que se dedicaba a organizar los vuelos en helicóptero a costa de los clientes de la CAN es hoy diputado en Madrid. Pero el gran cambio es que los señores grises y tristes ya no gobiernan ni utilizan el ayuntamiento a su antojo para sus actividades partidistas como si aquello fuera un cortijo particular. Hoy el Ayuntamiento de Iruñea está gestionado por gente que tiene una gran sonrisa en su rostro y que están haciendo realidad la proclama que Arnaldo hizo desde la cárcel: «Sonreíd, porque vamos a ganar». Iruñea ha cambiado y eso se nota en la calle y en las sonrisas que ves por ahí.

SS01. ELGOIBAR (GUIPÚZCOA), 06/09/08.- El ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, durante el acto de su recibimiento celebrado en la plaza de la localidad guipuzcoana de Elgoibar. EFE/Javier Etxezarreta ESPAÑA-OTEGI-HOMENAJE

La excarcelación de Arnaldo me produce total confianza, porque sale un dirigente cualificado, porque sale un pensador, pero sobre todo porque sale un militante que va a seguir aportando, como lo ha hecho siempre, ahora desde la calle, de nuevo, en el debate de la Izquierda Abertzale y en el camino que todavía nos falta por hacer a este Pueblo. Confianza absoluta porque su excarcelación, estoy seguro, es la imagen de otras cuatrocientas salidas de las cárceles que todavía quedan por producirse y que con el empeño de toda la sociedad continuaremos consiguiendo. En esos días tendremos que volver a parar en el trabajo del día a día para tomar conciencia del camino avanzado y de los cambios producidos.

¡Sonreíd, porque vamos a ganar! Euskal presoak etxera!

Publicado por Daniel

Ciudadano en alerta de un planeta que estamos aniquilando, en búsqueda permanente, enamorado de la escucha y del inmenso silencio. Todo por escuchar. Lecturas escogidas, siempre.

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