Moción para «debatir las cesiones a dedo de espacios públicos», anuncia a bombo y platillo UPN, y como ve que nadie le sigue, encarga un artículo de pago a su web de no-noticias rancia y navarrísima para que sus concejales puedan tuitearlo en la red. Bueno, en algo vamos avanzando, ya que hasta hace siete meses los tuits se los ponían una empresa que cobraba del erario público 2.500 euros al mes. A lo que iba. El caso es que al Régimen en la oposición en Iruñea, no le gusta que haya espacios públicos dedicados a solucionar las desigualdades ocasionadas por sus políticas excluyentes, las de UPN y compañía. El problema no es tanto que el actual Ayuntamiento del cambio ofrezca locales para que la juventud de Iruñea pueda disponer de espacios donde desarrollar dinámicas y proyectos, como que esos locales no puedan seguir vacíos a la espera de un buen pelotazo urbanístico que deje sus buenos dividendos, vaya usted a saber en qué bolsillos. No es tanto ofrecer un espacio para huerto urbano, algo que en toda Europa se está haciendo, si no ver paralizado su proyecto de plaza-centro comercial en el corazón de esta Alde Zaharra tan machacada con su modelo gentrificador.
UPN ve en estos movimientos un peligro real de que su modelo, edificado a base de chequeras, dietas y reuniones, se vaya derrumbando mientras nace, a base de compromiso desde la calle, esa nueva Iruñea que representa la antítesis de lo que el Régimen ha tratado, por todos los medios, de evitar. Esta nueva ciudad, que se está construyendo desde hace años a pesar de la política anti-ciudadana llevada a cabo por UPN y sus aliados en las últimas décadas, es una ciudad basada en unos valores que esta gente no conoce. Convivencia frente a la exclusión política, social y cultural; diversidad y pluralidad frente al pensamiento único ; libertad de expresión frente a la censura y persecución ideológica; participación frente a una ciudad, en todos sus ámbitos, cerrada a cal y canto; transparencia frente al bunker opaco al que nos tenían acostumbrados; acuerdo frente a imposición; cultura y bibliotecas frente a procesiones; respeto frente al desprecio constante al que no piensa igual que ellos; derecho a la vivienda digna frente a la especulación y el desahucio; una ciudad con dos idiomas frente al genocidio cultural practicado por ellos.
De todos modos y ya que hablan de espacios públicos cedidos «a dedo» podemos hablar largo y tendido de Corte Inglés, por ejemplo, construido en un terreno público que iba a ser la futura biblioteca general, o mucho mejor de la Universidad del OPUS, universidad asentada sobre los terrenos que un Ayuntamiento de Iruñea, los padres del actual Régimen, ese corralito foral que lleva más de cien años repartiéndose el pastel, cedió «a dedo» allá por los años 50. Así que creo que este fin de semana, para ir abriendo boca, voy a releer un libro que cualquier persona que apuesta por el cambio debería leer:
Universidad del Opus: historia de un expolio. Miguel Ángel Muez (editorial Pamiela).