Zorionak Iruñea! El nefasto militar fascistoide que ha ocupado la Jefatura de la Policía Municipal durante los últimos 15 años ha tenido que irse a cuatro meses de la celebración de las elecciones municipales. Nos lo venderán como quieran, que se va por razones personales, que es una destitución de Maya o lo que sea, pero lo que está claro es que esto ha sido una victoria de toda Iruñea que ha aguantado lo indecible con semejante esbirro de UPN. Creo que una de las primeras imágenes que me han venido a la cabeza han sido estas, por cierto, muy duras y violentas y que retratan a la perfección a quien se marcha.
Esta marcha por la puerta de atrás no es si no el adelanto de lo que va a suceder en Iruñea en cuatro meses. Las ansias de cambio son evidentes en la vieja ciudad vascona y este hecho ha producido el movimiento que vimos ayer, movimiento con el que UPN intenta paliar la imagen autoritaria, antidemocrática y sobre todo anticiudadana que han marcado sus gobiernos municipales. Pero la cuestión es que UPN no ha podido mantener en el cargo a uno de sus pilares en todos estos años, pues no olvidemos que el militar llegó a la Policía Municipal de la mano de Barcina y fue el actual alcalde, Enrique Maya, quien le ratificó. Ha eliminado un alfil feo y molesto para intentar vender las milongas que nos digan sobre la regeneración de la Policía Municipal. Y lo han hecho porque si ha habido un tema en el que hubiese más acuerdo en esta ciudad ha sido el de la necesidad de echar a semejante personaje. Han sido varias las veces en las que el Pleno ha reprobado a Simón Santamaría y varias las veces en las que UPN, Barcina y Maya, han hecho oídos sordos ante la exigencia mayoritaria. Pero sobre todo han sido multitud de veces en las que las vecinas y vecinos de Iruñea nos hemos movilizado en la calle denunciando las prácticas de este tipo, exigiendo su destitución y abogando por otro modelo de Policía Municipal, precisamente, el quid de la cuestión.
Porque podrán cambiar la punta del iceberg que representaba Santamaría sin entrar al fondo de la cuestión, que es el propio modelo de Policía Municipal, pero eso es y será simplemente un cambio de caras, por una por lo menos desconocida que no da pie a que en estos cuatro meses que quedan de mandato pueda ocasionar demasiados problemas. Aún y todo es necesario señalar que el sustituto de Santamaría no es si no la continuación del modelo que UPN ha impuesto en el cuerpo policial en esta última década. Alfonso Fernández Torres, el sustituto del esbirro, no es cualquier municipal, ni mucho menos, ya que forma parte de la camarilla que Santamaría tenía en monasterio de Iratxe, siendo el comisario de la Brigada de Apoyo Técnico dentro del área de Apoyo al Mando, es decir, alguien muy muy cercano al anterior Jefe destituido.
La Policía Municipal necesita un cambio de abajo a arriba. Un cambio que asegure un viraje de 180º en el actual modelo del cuerpo. Hay que solucionar el desastroso ambiente de trabajo existente entre los 450 agentes de la Policía Municipal y estudiar y atender las demandas laborales que estos trabajadores y trabajadoras tienen. Hay que eliminar todo el aspecto militar diseñado por UPN y Santamaría, algo ajeno a la Policía Municipal de Iruñea y que impone formas violentas en la relación policía-ciudadanía. Hay que modernizar las propias funciones de este servicio municipal para que sea cada vez menos policía y sea más agente de ayuda, solución y convivencia. Hay que cambiar totalmente el modelo para que empiece a ser respetado, de nuevo, por la ciudad y sea un servicio a las vecinas y vecinos mucho más cercano de lo que es ahora.
Como he dicho más arriba los cambios que necesitamos en esta ciudad no se tratan de cambios superficiales ni de cambiar las caras para seguir con lo mismo. En Iruñea necesitamos un cambio de modelo que impulse un nuevo tiempo en el que la diversidad social, cultural y política sea respetada, en el que los responsables y diferentes servicios municipales estén al servicio de la ciudadanía y, sobre todo, un nuevo tiempo en el que esa ciudadanía, las vecinas y vecinos de Iruñea, sea, seamos, las y los protagonistas, sin lugar a dudas.
Ese cambio se está dando ya y culminará con un gobierno alternativo en el Ayuntamiento de Iruñea que abrirá las puertas a un nuevo ciclo de construcción de la ciudad, convivencia entre la diversidad, colaboración entre diferentes y, sobre todo, protagonismo de la ciudadanía iruindarra. Vecinas y vecinos de Iruñea que hemos conseguido echar al matón que ha representado la política de UPN en todos estos años.
ZORIONAK IRUÑEA!!!!!!
Kaixo Dani
Estoy mas o menos de acuerdo con tu artículo, pero no es la Policia un cuerpo creado por la clase dominante como salvaguarda del status quo? No es la Policia el instrumento represivo del que dispone la burguesía para mantener un sistema político determinado (capitalismo)? Si es así, como podemos reivindicar una policía más cercana al pueblo? Como es posible que un agente armado a las órdenes de una minoritaria cúpula dirigente explotadora, esté al servicio del pueblo? Existe alguna referencia histórica o experiencia actual de modelo policial que responda a los intereses del pueblo trabajador?
Si no somos capaces de responder a esas preguntas, creo que no podemos lanzar un mensaje a la sociedad de una manera tan abstracta y vacía.
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Epa Abailarri, gracias por tu comentario.
Estoy de acuerdo en que necesitamos un debate más profundo del modelo policial en general, de su necesidad, de sus funciones, etc, y desde luego del modelo de policía en las ciudades. Y digo policía porque ese es el nombre que han tenido en las últimas décadas. Cuando hablo de policía cercana al pueblo me refiero a un modelo de agentes del servicio público que atiendan unas necesidades concretas de las vecinas y vecinos de un lugar. Mi modelo no es el actual, ni mucho menos, ni aunque hagan campañas de imagen que la hagan más simpática a la ciudadanía. En cuanto a experiencias pues creo que hay unas cuantas, en el plano teórico y en el práctico (y ahí están los ejemplos de policías en países socialistas).
En el caso de Iruñea, teniendo en cuenta que ese debate hay que hacerlo, lo que señalaba en este artículo no es si no la necesidad de una reforma del actual modelo vigente. A mi me da igual que el resultado se llame policía municipal, guardia urbano o Iruñeko txapelak, pero es necesario abordar este modelo desde la perspectiva de la prevención, la asistencia y la investigación. En una ciudad hay muchos casos en los que la actuación de unos profesionales públicos al servicio de la ciudadanía es necesaria. Y en ese modelo por determinar y en ese debate por abordar tenemos que despejar interrogantes generales (modelo, funciones) y otros más concretos (armas, movilidad, relación con el Pleno, idiomas, relación con barrios, etc…).
Es un debate que a mi no me da ningún miedo comenzar. Mientras tanto celebraré que el señor mamporrero se va, seguiré vigilante con todo lo que ocurra y continuaré debatiendo sobre el modelo que nos interesa en Iruñea.
Eskerrik asko
Dani
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